Por: Dra. Susan Láscarez y Dra. Melissa Murillo
La práctica de actividad física de manera regular debe ser un hábito indispensable en la vida de todas las personas, independientemente de su edad o de su condición. Es considerada el arma secreta para sentirse mejor, vivir más tiempo y desacelerar el proceso de envejecimiento. Además previene diabetes y enfermedades cardiovasculares y es parte del tratamiento de artritis, la ansiedad la depresión, comúnmente problemas de salud presentes en los adultos mayores.
El ejercicio mejora la calidad de vida de esta población y les permite ser más independientes. Es importante destacar que para el adulto mayor, la actividad física consiste en actividades recreativas o de desplazamientos, como excursiones caminando o en bicicleta, tareas domésticas como la jardinería, juegos, deportes o ejercicios programados.
Existen cuatro tipos de ejercicios que son importantes en los adultos mayores:
Conforme avanza la edad, muchos procesos metabólicos y físicos cambian, por lo que el adulto mayor debe modificar la intensidad, frecuencia y el tipo de ejercicio que realiza. La Organización Mundial de la Salud, recomienda que los adultos de 65 años en adelante, dediquen 150 minutos semanales a realizar actividad física. Esto de acuerdo a su estado físico y a las recomendaciones de un profesional.
La recomendación de 150 minutos semanales, también se puede lograr a base de intervalos de ejercicio de al menos 10 minutos cada uno a lo largo de la semana. Esto se conoce como acumulación.
Muchos son los beneficios que se obtienen de tener este hábito como parte del estilo de vida de esta población, tanto a nivel físico como a nivel mental. Dentro de ellos destacan:
También es importante que los adultos mayores puedan practicar el tipo de ejercicio que sea de su agrado para que se motiven a realizarlo con la frecuencia adecuada, destacando que el ejercicio puede aumentar de 1 a 2 años la esperanza de vida del adulto mayor.
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