Por: María del Mar Herrera, Instructora de Yoga
El yoga ha ganado mayor popularidad durante los últimos años. Algunas personas comienzan la práctica de yoga con el objetivo de mantener su cuerpo en forma, por recomendación médica, buscando estabilidad emocional o mental, o por un tema espiritual. Lo cierto es que cualquiera que sea la razón que los impulse a iniciar, el yoga tiene múltiples beneficios para la salud, y los que lo practican de forma constante y disciplinada, han manifestado sentir un cambio positivo en su cuerpo y salud.
El yoga consiste en una práctica que busca tomar consciencia de la unión que existe entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Esta práctica tiene varios componentes esenciales. Ejemplo de ellos son sus principios o reglas de vida (yamas y niyamas), el control de la respiración (prananayama), la meditación (dhyana), entre otros. Sin embargo, en Occidente, el más popular de estos componentes, son las posturas o asanas. Se trata de una serie de posturas que se realizan con el cuerpo y que usualmente se efectúan en forma fluida, pasando de una postura a otra, y en conexión con la respiración.
Estos ejercicios tienen un enorme impacto en el cuerpo y la salud de las personas que los practican, lo que ha generado curiosidad en muchas de las más prestigiosas universidades del mundo, que cada vez realizan más investigaciones sobre los beneficios de la práctica del yoga.
Algunos de estos beneficios son:
A pesar de los mitos que hay sobre el yoga, se debe aclarar que no tiene tintes religiosos, es para personas de cualquier edad, y no es una práctica desconectada de la realidad o “volada”. Todo lo contrario, el yoga ayuda a enfrentar la realidad y los problemas y situaciones diarias de una manera más tranquila y controlada. Sin embargo, para obtener los beneficios físicos, mentales o emocionales, se debe practicar de forma constante y disciplinada.
Es fundamental que la práctica sea guiada por profesores que estén certificados como tales y con suficientes estudios y experiencia que garanticen una enseñanza y aprendizaje responsable. Adicionalmente, el estudiante debe contar con el aval de su médico, en caso de padecer alguna enfermedad o condición física especial, misma que debe informar a su maestro.
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