Por: Mariana Abarca, Terapeuta de Lenguaje
La interacción de los padres con el bebé durante los primeros años de vida tiene gran importancia en el desarrollo futuro del niño.
Los padres deben de adquirir confianza y seguridad de que pueden estimular a sus hijos por lo tanto es importante que se planteen objetivos para poder llevar a cabo en casa, donde el niño pasa la mayor parte del tiempo; primero debemos de pensar ¿Qué es lo que quiero estimular?, y seguidamente las actividades que puedo realizar, tomando en cuenta las necesidades del niño y habilidades que estamos interesados en estimular.
La estimulación en el niño siempre debe de ser en un ambiente divertido, respetando sus tiempos e ir a su ritmo no forzándolo a más ya que solo se debe de comparar con el mismo.
2–3 meses |
- Comenzará los turnos. |
3-6 meses |
- Produce más vocalizaciones, juega con su boca, lengua. - Reclama atención. |
6–9 meses |
- Los sonidos que emite son con más fuerza y con diferentes ritmos. Repetición de sílabas aisladas tatatata. |
9–12 meses |
- Cantarle varias veces la misma canción y ponerle música para que baile. |
12–18 meses |
- En esta etapa el lenguaje aumenta cada día, los padres no deben de alarmarse si todavía no habla ya que puede estar ocupado en su desarrollo motriz, cuando esté más afianzado en su postura puede mostrar más atención al lenguaje; sin embargo el lenguaje comprensivo si aumenta rápidamente a diferencia del expresivo. |
18-24 meses |
- En esta etapa utiliza tanto el lenguaje comprensivo como el expresivo, sigue utilizando muchos gestos. |
24-36 meses |
- Se refiere a si mismo como yo. |
Es importante lograr el contacto visual para demostrarle que le está poniendo atención o para captar su atención. Se le debe de enseñar a los niños a escuchar y estimular su comprensión: hablarles de forma clara y con pocas palabras (se va aumentando la longitud de la oración si el niño comunica más).
Explicarles todo lo que se va a realizar durante el día y lo que se está realizando.
Miradas: Cuando el niño enfoca la mirada en el adulto, debemos verlo a los ojos y decirle sentimientos agradables, cuando deje de ver no hablar más hasta que se vuelva a lograr el contacto visual y volver hablar con palabras suaves y cariñosas tomando en cuenta que se utiliza un habla clara, sencilla y no infantilizado.
Cuentos: Es importante a una hora del día leerles un cuento ya que amplia su vocabulario, desarrolla su imaginación, lenguaje. Enseñarle a pasar las hojas, ir nombrando lo que se ve, tocar las texturas si el libro posee, que el niño cuente lo que ve, leerlos ellos mismos por medio de las imágenes, escuchar cómo se los contamos, o les podemos preguntar dónde está un objeto concreto en las ilustraciones.
Espejo: Para desarrollar el lenguaje oral, es fundamental que el niño haga ejercicios de articulación y pronunciación. Sentarnos frente a un espejo y hacer diferente ejercicios con la lengua, labios, mejillas. Jugar de que el niño debe de imitar a el adulto o viceversa, ya sea muecas, sonidos, gestos con las manos. Adivinar la emoción que esta haciendo el adulto o el niño.
Cantar con diferentes tonos: Cantar normal, después bajo, alto, agudo, grave, ir variando la forma que cantamos en el transcurso de la canción.
Animales: Se le puede dar significado a los sonidos que produce el niño, el adulto produce el sonido haciendo acercamientos al sonido de un animal si el niño lo produce incentivarlo.Un libro con imágenes e ir reproduciendo los sonidos de cada animal.
Ritmo: Realizar palmadas, producir sonidos con cucharas en la mesa, tambores, maracas; el niño debe de imitar la misma cantidad de golpes que realiza el adulto.
Descubrir sonidos: Imitar el sonido que se escucha, ejemplo un carro (brrr), el agua al salir del tubo (shhh).
Ejercicios de soplar: Burbujas, pitos, pajillas en un vaso con agua, confeti, etc.
Títeres: Contar la historia junto con el adulto, o solo el niño cuenta la historia, viceversa. Se le realizan preguntas de la obra. Otra forma de mejorar el lenguaje es organizar juegos de disfraces y de dramatización.
Canciones: Cantar diferentes canciones y que se tengan que llevar a cabo diferentes expresiones, bailes.
Simón dice: Darle órdenes al niño y poco a poco ir aumentando el número de órdenes.
Juegos de casita, supermercado, salón de belleza: Este tipo de juegos estimulan el lenguaje, interacción social, e imitan el comportamiento del adulto y las expresiones verbales.
Categorías: Diferenciar entre dos categorías que tenga que ponerlas en el lugar correspondiente de cada una.
Adivinanzas: Dar pistas del objeto que se escogió y poco a poco ir descartando los otros que existen.
Dibujos y Fotos: Comentar de personas conocidas, paseos que se hicieron aumentan su vocabulario, reconoce personas, lugares y animales, pedirle que encuentre algún objeto en la foto.
Veo, Veo: Dar pistas de un objeto que esté en el lugar que se encuentran y el niño debe de adivinar que es.
Esquema Corporal: Cuando el niño está jugando con un muñeco ir nombrando las diferentes partes del cuerpo, señalarle las partes y tocarlas. Los momentos del baño también se pueden aprovechar para hacer las preguntas de donde está cada parte sobre sí mismo, así podrá descubrir su propio cuerpo.
Los colores: Enseñarle los colores primarios, mostrarle el color, un objeto con el color, pedirle la manzana roja y después solo se le pide el color. Por último es hasta que el niño nombre el color por si solo.
Buscar: Decirle a el niño que busque dentro de la bolsa, cartera, bulto o caja, lo que se le indique.
Cada niño se desarrolla a a su ritmo, lo importante es observar de que evolucione y no se llegue a estancar en alguna etapa. Observar que tenga un lenguaje comprensivo ya que sin este lo que comunique no va a tener ningún sentido.
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