Por: Dra. Melissa Murillo, Nutricionista
La proteína es un macronutriente, que se encuentra tanto en alimentos de origen animal como de origen vegetal y están compuestas por aminoácidos.
El organismo es capaz de producir algunos aminoácidos a partir de otras sustancias, sin embargo, existen otros que no pueden ser elaborados por el cuerpo, los cuales se denominan “aminoácidos esenciales”. Basado en esto, las proteínas se clasifican en proteínas completas y proteínas incompletas, donde las primeras contienen todos los aminoácidos esenciales, mientras que las segundas no.
La principal función de las proteínas, es la de construcción del tejido corporal, de la piel, de los huesos, las uñas, así como de los músculos. La cantidad que se debe consumir de este nutriente, dependerá del nivel de actividad física que una persona realice, así como de su peso, talla, edad y género.
Es importante reconocer, que el consumo de proteína debe ir en función al equilibrio de nitrógeno en el cuerpo, el cual logrará cuando la cantidad de nitrógeno consumida sea igual a la cantidad excretada, relacionada directamente con las necesidades de proteína del individuo.
En este sentido, los suplementos de proteína se han utilizado en gran medida para mejorar la recuperación y el proceso de remodelamiento de las fibras musculares después del ejercicio, con el fin de permitir su aumento y desarrollo.
En este artículo podrá conocer sobre sus fuentes, funciones específicas, pros y contras.
El término “suplemento de proteína”, se refiere a los polvos, barras, tabletas, batidos y demás productos que se distribuyen de forma comercial, para complementar el consumo de proteína en la dieta de sus consumidores.
Resulta necesario destacar, que los suplementos no son sustitutos de la comida, pues no son capaces de reemplazar la calidad de los nutrientes y los beneficios de los alimentos enteros, por lo que no es válido consumir un batido de proteína en lugar de un almuerzo completo.
Específicamente, los suplementos de proteína son utilizados por personas físicamente activas después de su entrenamiento, e inclusive por aquellas que buscan bajar o mantener su peso, a través de una adecuada alimentación y ejercicio.
Sin embargo, los suplementos de proteína no son para todas las personas y sus efectos aún se encuentran bajo investigación acorde al tipo de proteína, la disciplina que practica la persona que los consume y sus efectos secundarios.
Una pregunta que debe hacerse es si usted realmente necesita consumir un suplemento de proteína en su dieta regular, ya que la mayoría de las personas actualmente consumen cantidades de proteína que exceden los requerimientos diarios y no realizan una cantidad de ejercicio físico suficiente, que justifique su consumo.
Sin embargo, los batidos de proteína resultan prácticos para incrementar el aporte de proteína diario cuando así lo necesite el cuerpo, como es el caso de atletas que tienen dificultades para consumir las calorías suficientes para contrarrestar la gran cantidad de energía que se quema a través de un intenso entrenamiento.
Los tipos de proteína usada en suplementos se dividen en dos categorías:
Las proteínas de origen animal incluyen derivados de proteínas de la leche como el suero y la caseína, y proteína de clara de huevo, mientras que las proteínas de origen vegetal incluyen soya, arroz y guisantes, por ejemplo. De los tipos de proteína animal, la más popular es la proteína del suero de leche y de las proteínas de origen vegetal, la soya es la más popular.
Nutricionalmente, las proteínas animales son superiores a las proteínas vegetales, pues son proteínas completas y es muy importante conocer la calidad de la proteína, ya que determinará la composición de sus aminoácidos, su digestibilidad y su biodisponibilidad.
A continuación encontrará un cuadro donde podrá comparar los pros y contras de los distintos tipos de suplementos de proteína, de acuerdo a su origen y fuente.
Tipo |
Característica |
Pros |
Contras |
Suero de la leche |
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Caseína |
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Huevo |
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Soya |
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Arroz |
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Las proteínas de acuerdo a sus fuentes, son detonantes de alergias alimentarias, por lo que la persona debe evitar su consumo. Además, los fabricantes tienen cientos de opciones para elegir aromatizantes y edulcorantes para que sus productos en polvo, tengan un mejor sabor, aumentando la cantidad de sustancias químicas que ingresan al cuerpo.
También preocupa la salud renal, ya que se habla del papel de los riñones en la excreción del nitrógeno y del excesivo trabajo que deben realizar con una dieta alta en proteína, sin embargo, no existe evidencia científica que respalde esta teoría.
Por último, se destaca la relación negativa entre el consumo de suplementos de proteína y la salud ósea, pues se asocia a un aumento en la excreción de calcio, debido al medio ácido que genera su consumo. Sin embargo, una dieta alta en frutas y vegetales, como la que se propone en conjunto a un estilo de vida saludable, podría equilibrar el medio para que esto no suceda.
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