Por: Dra. Gabriela Mazariegos, Médico Pediatra
La suplementación rutinaria de vitaminas y minerales en niños no es necesario en niños sanos los cuales tienen un crecimiento normal, consumen una dieta variada y tienen una adecuada exposición a la luz del sol. Los niños deben de obtener las vitaminas de los alimentos y sólo en caso de deficiencias alimentarias se recomienda suplementar con complejos vitamínicos.
Las vitaminas forman parte de nuestra alimentación diaria y son necesarias para que los organismos vivos desarrollen sus funciones vitales adecuadamente. Aunque la cantidad que nuestro organismo requiere de vitaminas es muy baja, la importancia de estas sustancias radica en que nuestro organismo no las produce, y por lo tanto va a depender de la dieta. Como ningún alimento contiene todas las vitaminas necesarias la dieta debe de ser obligatoriamente variada.
La falta casi absoluta de vitaminas puede dar lugar a enfermedades carenciales como el escorbuto (falta de vitamina C), raquitismo (falta de vitamina D) y la pelagra (falta de vitamina B1), sin embargo se podría decir que la incidencia es muy baja en países desarrollados.
Si los padres desean darles a sus hijos suplementos nutricionales, una dosis estándar de multivitamínicos pediátricos generalmente no predisponen a ningún riesgo. Sin embargo, interacciones con otros medicamentos pueden ocurrir. Mega dosis de vitaminas y dosis de cualquier nutriente en exceso de lo recomendado diariamente no se debe de recomendar por los potenciales efectos tóxicos. Por tal motivo cualquier suplemento vitamínico, particularmente aquellos diseñados para que a los niños le agraden, deben estar afuera de su alcance.
Los suplementos vitamínicos y de minerales pueden estar indicados en niños con un riesgo nutricional como por ejemplo:
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